Fundador del programa de reducción del estrés basado en Mindfulness (MBSR), John Kabat-Zinn es todo un referente de esta técnica de meditación aplicada a la salud. Biológo molecular de formación, lleva 50 años practicando meditación .
—¿Desde un punto de vista científico, cómo definiría el mindfulness?
—No estoy muy seguro de que se pueda definir desde un punto de vista científico, sino operativo. Sería pura y simplemente ser conscientes de nosotros mismos y de la forma de relacionarnos con todo lo que nos rodea y cómo lo observamos y trabajamos. Es una consciencia que surge de la atención plena, momento a momento y observando cómo la mente hace juicios desde fuera, siendo conscientes de ello. Si somos capaces de hacer esto entramos en una dimensión que nos da una libertad nueva.
—¿Eso no parece fácil?
—No. He publicado dos libros en Kairós sobre este tema. Tiene que ver con preguntas importantes: ¿Quién soy? ¿Hasta qué punto puedo vivir mi vida con plenitud? ¿Cómo puedo tener una vida sana y más feliz? Esto lo podemos controlar por medio de nuestras emociones y nuestras ideas. Es algo simple, pero no fácil, porque tienes que querer vivir el momento presente, en lugar de estar atrapados en el pasado y en el futuro. Y nos perdemos lo que está pasando ahora. Estamos desequilibrados, y esto al cuerpo no le gusta, le produce estrés o enfermedades crónicas.
—¿Estamos pendientes de demasiadas cosas a la vez?
—Muchos estudios han demostrado que cuando trabajas en forma multitarea el rendimiento disminuye enormemente. Es importante concentrarse en cada una de ellas, pero hemos perdido práctica. Hay que ejercitar el «músculo» de la atención, con la meditación. Además hay que desarrollar la consciencia de lo que ocurre en circunstancias cambiantes. Por eso necesitamos una consciencia amplia, que nos permita cultivar la sabiduría, gestionar el estrés, el dolor y cualquier otra circunstancia del día a día.
—La nobel Elisabeth Blackburn avala las ventajas del mindfulness sobre el envejecimiento.
—Se fijó en los telómeros, la parte final de los cromosomas, que funcionan como unos relojes biológicos. Cada vez que la célula se divide, el telómero se acorta y es un indicador de nuestra edad. Cuanto más estrés tenemos, más se acortan los telómeros. Estudió a padres de niños con enfermedades crónicas, sometidos a un estrés inevitable y vio que si uno cambia de actitud frente a hechos esa realidad, los telómeros no tienen por qué acortarse más rápido. Incluso, a través de la meditación parece que pueden hacer que se alarguen de nuevo. Cultivar la atención plena, el mindfulnes (meditación) nos permite regular nuestro propio envejecimiento biológico.
—Ese es un buen titular…
—No me gustaría ver un titular que dijera el mindfulness alarga la vida, porque no es así. Pero es cierto que hay relación entre estrés y envejecimiento. Por tanto, a través de la atención plena, regulamos el proceso de envejecimiento a través del estrés. Probablemente moriremos más tarde, más sanos y más felices.
—¿Hay que entrenar mucho para lograr eso?
—Se han hecho estudios del MBSR, un programa que dura ocho semanas, e incluso con personas que han practicado 20 minutos, un día o principiantes. Y se ha visto que la longitud de los telómeros aumenta incluso con dosis de mindfulness muy pequeñas, nos hacen más resistentes al estrés. Además del efecto sobre los telómeros, disminuye la actividad de los genes que pueden desencadenar una enfermedad crónica o inflamación, y se activan más los relacionados con el bienestar.
—Usted ha unido la meditación y la medicina, ¿con qué resultados?
—Meditación y medicina tienen la misma raíz y han estado relacionadas, aunque nadie lo ha sabido. En los últimos 37 años hemos estado trabajado en Massachusssets con el programa MBSR y ahora forma parte de la Medicina. El paciente participa en su enfermedad y los síntomas cambian: disminuyen la presión arterial, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales… La medicina tradicional está en muy mal estado, porque ha perdido contacto con su juramento de no hacer daño. Hace falta que la meditación forme parte de la medicina.
—¿Y en qué enfermedades funciona?
—En el programa MBSR se observa una reducción de los síntomas independientemente del diagnóstico que tengan. Y esto es interesante, porque la medicina establece un tratamiento en función de los síntomas. En el mindfulness se hace lo mismo independientemente de la enfermedad, mientras se sigue el tratamiento médico. No todo el mundo mejora en el MBSR, no es una cura milagrosa. Pero el 80% se siente significativamente mejor independientemente del diagnóstico. Es un resultado increíble. Y no lo hacemos nosotros, lo hace el propio paciente, que es el que trabaja.
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